Otra vez te vas amor,
otra vez te marchas cuando estábamos a punto de alcanzar el cielo,
cuando casi llegábamos a acariciar la luna con la punta de los dedos.
Te vas mi amor
incapaz de soportar tanta belleza
sales huyendo como conejillo asustado de tu propio corazón
de todo este universo tan lindo de amor y besos y caricias.
Ahora me queda regalarte mi amor con la brisa,
desnudarme en el balcón
y que sólo el viento acaricie mi cuerpo desnudo,
soñar y amar el océano,
el romper de las olas en la orilla.
Ahora sólo me queda amarte en la distancia
y recordar que estamos unidos por un hilo de luz de las estrellas
que existía un puente que me llevaba hasta ti
y yo lo descubrí y lo traspasé.
Ahora sólo me queda decirme al oído
que ha sido bonito
lo más hermoso y bonito
y dejarte ir,
con todo mi amor.
Tatiana Rodríguez
(Del libro "Los dioses me hicieron mujer")
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