Buscar este blog

domingo, 18 de octubre de 2015

SUEÑO





“No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
No quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo 
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo”
M.Benedetti

SUEÑO

Mírame,
aquí estoy.
Mis lágrimas derramadas,
el cuerpo seco de besos y caricias,
mis oídos casi sordos
de esperar escuchar unos suspiros que no llegan,
unos susurros de palabras tiernas y secretos
y sueños compartidos.

Mírame,
aquí estoy.
Mi alma desparramada
como ave a la que se le partieran las alas en pleno vuelo
y cayera en picado;
mi corazón destrozado
sin saber qué hacer con tantos sueños
con tanta ternura que se me fue formando.

Mírame,
aquí estoy
sin algo que ocultar,
desnuda como siempre frente al mar,
gritándole al cielo todo le que te echo de menos
cómo me faltas
cómo me desgarra el alma tu ausencia.
La ausencia
todas las ilusiones que se fueron contigo.

Mírame,
aquí estoy
arrejuntando todas mis piecitas,
haciendo un nuevo gran corazón,
curando suavecito y con cariño
mis alas rotas,
sanando con ternura e ilusiones renovadas
los desgarros de mi alma herida.

Mírame, sí
aquí estoy.
Mi amor, todo mi amor  intacto
y mis ganas de sentir
más fuertes que antes
como pajarillo que está aprendiendo a volar
que se cae
pero lo intenta
lo intenta
lo intenta con toda la ilusión de salir volando.

Mírame, sí,
desnuda al viento al sol al amor
acurrucando un corazón que me duele en el pecho de sentir tanto
cantándole una canción de esperanza
que habla de una ilusión
de un sueño que no tiene que morir
mientras se atreva a seguir soñando.

Mírame, sí,
mira mi cuerpo de mujer
que se despereza como después de un largo sueño,
se despierta soñando con unas manos,
unas manos y otro cuerpo
que lo hagan sentir vivo y en llamas,
que resuciten estos pechos desmayados
de un hambre de besos y de ese roce,
ese roce de otro pecho
otras manos en mis pechos
en mi cuerpo entero;
con ese alguien
ese hombre que le dé otra gracia a mis caderas…
otro brillo a mi sonrisa.

Mírame, sí,
aquí estoy
con ganas de seguir amando,
de seguir soñando sentimientos compartidos,
unos ojos que me miren con ternura
un amor que será eterno
mientras dure.

Hoy sé que quiero amar como si fuera para siempre
así dure una noche,
una semana,
dos meses
o toda la vida
y no quiero menos que eso.

Tatiana Rodríguez (del libro Los dioses me hicieron mujer)

Fotografía: J.Freddie Fuentes
https://500px.com/fuentesrodriguezjuan

No hay comentarios:

Publicar un comentario