Buscar este blog

lunes, 2 de enero de 2017

Cerré los ojos, respiré profundo y confiando la dejé caer.



Cerré los ojos, respiré profundo y confiando la dejé caer.
Era la última hoja.
En mí no quedaba nada,
tan solo un esqueleto de ramas desnudas
preguntándose: Y ahora qué?

Si algunas vidas forman un circulo perfecto otras van evolucionando en formas que no podemos predecir, ni siempre comprender. Las pérdidas y los cambios  forman parte del maravilloso viaje de la vida … nos enseñan lo que es más preciado y nos recuerdan que todo cambia todo el tiempo, el invierno se convierte en primavera, la más oscura noche en precioso día, la oruga en mariposa, los árboles pierden las hojas para hacer sitio a las nuevas hojas que están por venir… sube y baja la marea, los vientos moldean las montañas y lo único que nunca cambia es que todo cambia. ¿Cómo iba a ser diferente para nosotros? El cambio es vida.
El primer cambio más significativo para nosotros fue probablemente el momento del nacimiento, si éste fue traumático, asociamos el cambio a dolor, pérdida, separación. Resistirnos al cambio es ir contra la vida, es ir contra nuestra naturaleza.
Si sé que todo cambia y no me aferro y no me resisto a lo que es, no pretendo que sea de otra manera, agradezco cada momento de mi vida, agradezco lo que hay hoy, agradezco cada encuentro como el regalo del cielo que es y no me quedo en situaciones que ya no me inspiran y no tengo miedo de entrar porque sé que puedo salir, sin drama y sin dolor. Si no tuviera miedo al cambio sería todo más ligero, más fácil, más liviano. Si no tuviéramos miedo al cambio no lo pensaríamos tanto y lo disfrutaríamos más.

El cambio es impulso de vida

Al cambio doy la bienvenida, me acepto como parte de la naturaleza cambiante y vibrante que me rodea y suelto mi resistencia a fluir. Igual que los árboles no sienten pena por las hojas que dejan caer porque saben que es necesario para las nuevas hojas, flores, frutos que están por venir, navego feliz por el río de la vida con la confianza que todo está en perfecto orden.


Si me das la mano, Tatiana Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario